miércoles, 26 de noviembre de 2008

La conocí


La conocí en una rabieta infantil, cuando no quería tomarme la sopa.
La conocí en la sonrisa tierna de un niño, mostrando sus chocleros con la cara embadurnada de chocolate.
La conocí en una adolescente tímida, cuando dice por vez primera “te quiero” a una persona que no es su madre, bajo la sombra de un árbol de la plaza.
La conocí en los olores de la primavera.
La conocí en un baile raro en tierras lejanas. Fue ahí donde la conocí.
La besé entre el humo de cigarrillo y el ruido del asco mercante.
Y a pesar de todo el tiempo que la he conocido, aún la desconozco en su proceso metamorfósico, es como mirarla nuevamente entre el humo y ver bajo ese manto, la niña, la adolescente y la mujer. Mujer que no conozco y me tiende su mano, que me ampara en su seno, sin tocarlo, ni sentirlo, pero aun así se que está ahí, pero a su vez no está.

martes, 25 de noviembre de 2008

Conversación de Cementerio


- Antes, al principio, yo venia día por medio
- Mmmm
- Claro po’ es que estaba mal yo.
- Mmm, no es pa’ menos
- Sipo al principio yo venia día por medio, como por un año, después una vez a la semana, después una a vez al mes y ahora no venia hace como cuatro meses.
- Ah, ya ni se acuerda de su marido! Ja ja ja
- Nooo, lo que pasa es que he estado con hartos problemas últimamente, ahora a mi hija le dio una enfermedad que no tiene vuelta atrás, le dio algo en la cabecita, y estuvo a punto de morirse oiga, si diosito no más no se la quiso llevar…
- Ah, le falta algo por hacer po’, alguna meta que alcanzar, por eso no se la quiere llevar.
- Sipo, por eso yo ahora vine a pedirle a mi esposo por ella, para que él hable con diosito y le pida por ella, pa’ que le presente los meritos que tuvo en vida.
- Mmmm, oiga pero el otro día vi en las noticias a una niña que los doctores la habían dado por muerta, la tenían conecta no más, pero ya la daban por muerta, si la pobre no hacia nada, y después de un día pa’ otro se recupero de la nada y ahora esta mejor que todos nosotros.
- Milagro del señor no más po’, si cuando el quiere puede hacer cosas muy grandes!
- Sipo, y cuando quiere llevarse a uno se lo lleva nomás, no somos nada oiga, y así y todo hay gente tan orgullosa, y no se dan cuenta que lo que tienen no les sirve de nada.
- Si mi marido siempre decía que no le importaba comprar cosas materiales que lo único que le importaba era ganarse la gracia del señor.
- Fíjese que el otro día un caballero fue a visitar a su hija que no veía hace tiempo, llego a la casa se sentó a conversar con ella y de la nada le dio un paro cardiaco y se murió no más, y estaba lo más bien conversando.
- Claro si el señor es muy poderoso pues.
- Sipo y como decía mi taita, nos vamos con lo que tenimos puesto no más, si no nos visten, nos vamos como dios nos mando al mundo…

jueves, 20 de noviembre de 2008

Desde la ventana


El viento está helado, pero mantengo la ventana abierta, no puedo fumar dentro de la casa, para no dar mal ejemplo a mis hermanas menores.Reglas de la casa dice el proveedor del hogar..mis polainas!!!.

No hay estrellas esta noche, las nubes lo cubren todo. Me relajo mirando hacia afuera, pero noto algo extraño esta noche, la sensación de estar siendo observado se hace cada vez mas potente, no soy paranoico, es algo tangible, algo que siento y estoy seguro que es....busco, busco y claro, encuentro..ahi esta el hueon, envuelto en sus cortinas mirandome...siempre ha sido raro ese conchesumadre, que ni un cigarro me deje fumar tranquilo, dos casa alfrente, haciendose el invisible. Me rasco los cocos, para mostrarle que no hay incomodidad, pero sigue mirando, pienso en sacarme la tula, para ver si lo incomodo yo a él, pero mejor no lo hago, no hay que premiarlo al hueon. Mejor me acuesto a ver si con el sueño me olvido y borro que mañana será otro día de ocio, de inventarme las actividades diarias.

Mejor duermo, si, mejor duermo y quizás sueñe y solo si tengo suerte soñaré que miro desde una ventana una linda mina de senos firmes y pezones rosados salir de la ducha con calma y solo si soy demasiado afortunado la miraré mientras se encrema el cuerpo.

martes, 18 de noviembre de 2008

La hora del té


Me siento nuevamente en esa habitación en color sepia, en donde el polvo no es barrido, se escucha tu barrer de las hojas de parrón, en el patio, siento como en la cocina de adobe se preparan cazuelas con chuchoca y como el olor del pasillo recien encerado se cuela por debajo de la puerta, mientras yo sigo mirando el techo en tonos cafes, formando figuras con las fisuras de las tablas y a la vez, estoy ideando como llamar la atención de aquella rubia, ojos color cielo, que se besa con todos y no tiene verguenza de subirse las faldas.

La hora del té se acerca, pero siempre te he pedido café y sabes que lo extraño, sabes cuanto lo extraño.

Me levanto con mis pequeños pies morenos descalzos, para pinturrajear la planta de estos con la cera, correré al patio donde tu barres, para sentir la tierra entre los dedos y para ver a aquel perro callejero, que es de la casa y del pasaje a la vez, me hará fiesta y de espaldas se tumbará, poniendo ojitos chinos al sol, para que yo le acaricie el vientre.

El mundo ya no es color sepia y a la hora del té ya no hay sorpresas, pues solo hay té, no hay polvo que se acumule, porque esos cuartos ni siquiera existen.

El mundo se ha vuelto hostil y ¿donde estás tú?
¿ah?