jueves, 29 de abril de 2010

COLLAR, no cadena


Las chapulinas negras chocan sus suelas contra el suelo, resuenan a medio tono, solo medio, debido al hoyo del tamaño de una de diez pesos cerca del dedo guatón.
Entro sobandome la barba y posteriormente al dirigirme hacia el mostrador, levanto mis lentes de sol dejándolos a la altura de la mollera y rascando la nuca, desordenándome el pelo y con voz de bostezo pregunto: ¿esa cadena que tiene ahí en el mostrador, me la puede mostrar por favor?.
Esa simple frase muestra en detalle todo el planeamiento anterior, en donde el deliberadamente me muestro relajado y tranquilo para una compra sencilla, un simple desliz, un entrar y salir, semejando el primer ataque de un asesino, en donde el cuchillo entra con rabia decidida y velocidad ascendente y finalmente se retira firme, dejando el interior calido y sangrante expuesto al exterior.

- señor, ¿ese COLLAR? , se lo muestro en seguida, espere un momento por favor.

Mientras tanto miro las demás cosas sin un afán certero solo por recrear la vista y deslumbrarme ante tanto brillo, pero poco importa, he pasado una vida ignorando este tipo de adquisiciones y claramente resolviendo mi duda de si acaso este tipo de cosas se vendían solo en ferias artesanales. Llegando a ese punto, pienso que me gustaria estar en una feria artesanal, por que la variedad es inmensa, dando solo dos pasos estas en la tienda de poleras negras con zombies mostrando las entrañas y a medio giro de nuca, ves la hippie con pantalones holgados y nalgas tan duras que podrían reventar cascaras de nueces con solo un apretón gloriosos cachetes, todo aquello en un reducido campo de tiempo y espacio.

Estaba en aquel dilema de preferencias de distribuidor mercantil, cuando llega la vendedora con el Collar ( no cadena) del mostrador.

Bueno señor como le había dicho este collar y no cadena, como UD había dicho, está construida de las mas finos eslabones, elaborados a mano con un macizo oro proveniente de las lejanas tierras de Escocia, la cual se caracteriza por poseer el oro de tonos opalescentes…

Mientras la señorita sujetaba el collar ( no cadena), en sus manos y las escuchaba atentamente disertarme sobre el objeto en cuestión y un mal presentimiento se apodero de mi y sentí como el esfínter anal se iba estrechando y estrechando, como si fuera parte de un colapso cósmico, el big Bang a la inversa, implosionando hacia las profundidades rectales.

-Finalmente señorita, me atreví a preguntar, ¿cuanto vale el collar?

-A ver - me dijo.

Y sacando una calculadora de debajo del mostrador, comenzó a darle a las teclas tal como proxeneta golpeando a su puta por una mala noche de trabajo y finalmente sus labios musitaron sin mayor vergüenza: un millón doscientos mil pesos.

Al oírla hablar llegue a la conclusión que muchas cosas en mi vida me suceden por asar, destino, designio divino y el resto por ser weon….quien me manda a preguntar weas en lugares weones.
Lo único que quedaba era defender el mínimo de decencia moral, ética y negruna y tratar de retirarme con la frente en alto y el ano implosionado.

Y mi boca actuó antes que mi mente, para salir en mi defensa…gloriosa boca mía que se sabía culpable al lansar le primera pregunta y debía ahora ayudar con la ultima interrogante.

-y dígame, cuales son las facilidades de pago.

Vuelta a la conclusión de que las cosas me pasan por weon

-Hasta cinco cheques.
-Cinco cheques, muy bien.
-Dígame es ud de algún banco en especial.
-Si, claro
-Bueno en ese caso le podríamos hacer una atención y bajar el precio a un millón.

Me sentí como en navidad al oírla decir aquello, claro en navidad, pero recibiendo de regalo un carbón envuelto.

-Bueno, hagamos una cosa, seguiré mirando, pero lo más probable es que vuelva por él.

-Muy bien señor lo esperaremos.

-Sonreí, y ese solo gesto la hizo entender, que nunca volvería, esa sonrisa de hombre infiel que le dice a su señora voy y vuelvo, sonrisa entregada de un preso a su gendarme al decirle, estoy libre. Y entonces ella compartió mi filosofía de vida, que muchas cosas le sucederán por asar y destino y otras tantas por ser weona.