Difícil caminar siquiera, y es que sus pies son de plomo y su cabeza de escafandra, ya ni intentar correr le resulta eficaz.
Lo curioso aquí es que, lo importante no es llegar a destino sino alejarse, de hecho el destino es lo menos importante ahora y ojala hoy ni siquiera existiera destino, le gustaría retirarse de la manera más breve posible pero, cada paso le parece cuidadoso en extremo, como si su vida dependiera del sigilo expresado.
Se cuida de coger todo y el proceso es dramático, no sabe si serán cosas útiles para el viaje, y se da cuenta que su bolsa no será suficiente, de hecho dejara lo más importante atrás.
“Camina, camina que este ya no es tu lugar” trata de convencerse, y mientras avanza no ve nubes pero comienza a llover copiosamente.
Camina, que a todo termina acostumbrándose el Hombre, y lo peor que podrías hacer es quedarte quieto bajo la lluvia.
