viernes, 1 de octubre de 2010

Feliz

Tráigame uno de los mismos - le dice el negro al garzón
Mientras espera el trago, se da cuenta que siente las ganas imperiosas de entrar al baño, su vejiga siempre ha sido de una nena en periodo de gestación.
Entra en el baño y se da cuenta que el segundo urinal libre se encuentra a cero coma cinco centímetros del urinal contiguo, el cual por cierto, esta ocupado
Saca su orgullo con temor, el temor de que haya un frote entre miembros accidental, un cabezazo entre futbolistas al ir ambos por el mismo balón en un tiro libre y ante esto teme de que su compañero de urinal se muestre agradecido de esta acción.

Una vez que ha salido su hermano de la micción, mea como nunca, es difícil pensar que el cuerpo pueda almacenar tamaña cantidad de agua, es como si en ciencias, cuando niños nunca nos hubieran dicho la verdad, esa cantidad de agua tiene que si o si pasar por el ciclo de esta. El negro ve esa cantidad de agua y postula sin temor a equivocarse que son los ebrios los responsables de alguno de los océanos actualmente existentes.

Vuelve a la mesa donde todas sus integrantes hablan y sin embargo no oye nada y a su vez nada importa mas que su vaso, aquel que en algún momento estuvo lleno y rozagante y ahora se encuentra, tras varios sorbos, sumido en la profunda depresión del fin se existencia. Vuelve el garzón y le informa que no quedan otros de los mismos.
No importa - le dice - ya no lo quiero. En ese aspecto el trago es como una mala mujer, hay veces en que las deseas como nada y otras en que las detestas y no quieres verlas nunca más.


Se retiran de aquel antro y vuelve a casa con el afán de que al ver esas calles vacías se pueda encontrar con algún zombie en el camino y arrollarlo y que sus entrañas envuelvan las llantas de su auto (nunca ocurre).
Una vez que ha llegado cierra rápidamente las puertas elonga sus extremidades, en medio de la calle, en caso de que se enfrasque en un combate o por si debe correr, sin embargo nada de eso pasa, solo debe acostarse, olvida a propósito cepillarse los dientes , pero se cepilla la oscilante duerme y nada podría hacerlo mas feliz.