Belleza: Juicio abstracto que se otorga apoyando sus
argumentos principalmente en las sensaciones de placer y/o atracción que genera
a los distintos sentidos. Habitualmente se asocia la belleza con el bien.
Imagen: Del latín imago,
corresponde la representación visual de algo real o imaginario.
Observar: Se define como tal, al gesto de mirar con la salvedad
de que en el caso de la observación se presta mayor concentración para poder
apreciar en su plenitud el objeto de atención.
Con la anterior descripción, considero que el nombre
asignado a este mágico instrumento no podría ser más ad-hoc. Invención del físico
escocés David Brewster, quien de seguro siendo un profundo conocedor de los fenómenos
de la óptica, imaginó aplicaciones distintas para la reflexión.
Instrumento de construcción extremadamente simple, genera
profundo interés debido a los patrones que se crean en su interior, similar a
lo que ocurre con los copos de nieve.
Y hago este parangón porque curiosamente al construir un
Caleidoscopio con tres espejos, formando un triángulo equilátero con sus lados
reflectantes hacia el interior… se pueden apreciar seis duplicados de la
imagen, seis duplicados que son perfectamente simétricos y a medida que se gira
el Caleidoscopio es, a lo menos, improbable que se generen 2 imágenes idénticas.
Por su lado el copo de nieve, siempre estará constituido por
seis brazos, seis brazos simétricos entre si y curiosamente es muy improbable que se
encuentren dos copos de nieve iguales entre si.
Miro hacia el interior de este mundo fantástico lleno de
colores y formas, y no encuentro justificación convincente para alejar mi vista
de tal placer.