sábado, 1 de agosto de 2009

Fealdad


La vi salir del metro y creí pensar que nunca había visto una fémina tan poco agraciada, por no decir fea. Seguí con el escrutinio físico y veo que una pancita prominente se asoma por debajo de esa polera que dice “sexy lady”.
La miré nuevamente y efectivamente…embarazada, embarazada!. Puta que hay hueones descriteriados por las reshusha!, cero consideración con la raza – pensé.

Hice parar la micro, pensando que tal vez, pero solo tal vez, pudiera irme sentado y dormir un rato, esos sagrados 40 minutos…que siempre son interrumpidos por la vieja reumática con el bastón a la rastra o la otra señora gorda, como pocas, con su bolsa matutera y que además ella viene de la feria, roja como la de perro en celo.
Pero ese día, no fue como aquellos de perturbaciones, fue un sueño ininterruptus y feliz, como un bebé que sueña con un gran seno o como un adulto que sueña con unos grandes senos o como cualquier hombre, que sueña con muchos senos.
Sentí que la micro paraba y baje, aweonao como es habitual, mareado e idiota.
En frente de la catedral tropiezo y grito: “¡por la remisma conchadesumadre!”,miro al cielo y veo la cruz, bajé la mirada y me percaté que justo en ese instante se cruzaron un par de parroquianas que al oirme vociferar, se persignan, como si tuvieran un tick nervioso y compulsivo, me quité el gorro y les dije: “buenos días señoritas”. “Enfermo” – fue lo que me dijeron.

Seguí caminando un poco más y entro en la tienda de fotografías a consultar por los revelados, cuando un matrimonio campirano alegremente decía: “Pero que lindos salen, míralos, mi mamita, tan linda ella”, la vendedora les dice: “ entonces, ¿les gustó la restauración?”
- Claro, si se ven tan lindos! – dice el hombre.
- Oiga, la restauración no hace milagros- le dije, impulsado por una fuerza mayor… la fuerza de la verdad.
- ¿Perdone? – me dijo con cara de cuando te avisan que vas a ser padre de quintillizos.
- Que la restauración no hace milagros, una cosa es que haya quedado bien y la otra es que se vean lindos y perdóneme, pero viendo esa foto, no se cual es la mujer y cual el hombre, ambos llevan bigotes.
- Y que te creis weon de mierda, acaso no tas visto al espejo.

Me miro en los espejos de la tienda y veo que el iluso tiene razón, no me veo exactamente como una belleza, sin embargo le respondí:

- Señor, al lado de su madre soy una preciosura.