jueves, 3 de agosto de 2017

Ya van 40 años de condena, 40 años de misión.
Según los instrumentos se encuentra a 6,3072e10km de lo que era su hogar, fuera de toda influencia divina, a esta distancia ni siquiera el Sol, astro rey proveedor de toda la vida en la Tierra, tiene algún poder.
Y en su sesión diaria en la cabina de baño UV recuerda con especial nostalgia el Sol.

Todo comenzó hace 62 años, cuando saboteó el proyecto de la GAS (global agency space) que planeaba volver a inclinar la Tierra para que su eje de rotación dejase de ser perpendicular al eje de traslación y así poder volver a la antigua normalidad de tener los ciclos de día y noche. 

El proyecto era desesperado ya que era muy difícil sustentar la vida, pero en extremo riesgoso. Se vivía con un hemisferio permanentemente de día y el otro con glaciares eternos, debido a la nula exposición al Sol.
Según los registros la tierra se inclinó casi 90 grados debido a un mega-terremoto con epicentro en Chile, los datos de la magnitud que tuvo en el epicentro no se tienen, pero en regiones del hemisferio que hasta entonces era el Norte el sismo llego a los 10.2 grados.

La idea del GAS consistía en ejecutar detonaciones cuánticas en ciertos puntos estratégicos de la tierra y así forzarla a retomar su antigua posición, pero nadie podía garantizar los efectos que estas detonaciones provocarían en la estructura del planeta, aunque las pruebas realizadas en la Luna, destruida completamente, y en Marte, destruido parcialmente, no eran muy esperanzadoras. Lamentablemente ya no habían alternativas de laboratorio y los líderes mundiales estuvieron de acuerdo en correr el riesgo y ejecutar las detonaciones en la Tierra.

Él era parte de la comunidad científica opositora y logró infiltrarse en el desarrollo la GAS para destruirlo desde dentro, consiguió su objetivo pero tras ser descubierto  fue condenado a convertirse en un ratón de laboratorio. 

Hace 58 años uno de los experimentos realizados con su cuerpo tuvo éxito, lograron  insertarle a sus células la estructura del ADN de las turritopsis nutricula, constatando que las células dejaban de morir y por el contrario comenzaban a regenerarse.

Cuatro años más tarde otro experimento dio resultados positivos, lograron conectar su sistema a una fuente de poder atómica y se transformó en un inmortal que no necesitaba alimentarse.

El ultimo experimento lo liberaría de su prisión terrenal, pero condenándolo a un viaje sin fin esperable y en completa soledad, sólo los informes enviados a la tierra le generaban cierta sensación de comunicación, lamentablemente enviar los informes consistía para él solamente en apoyar su palma en el sensor y nunca hubo respuesta de vuelta, la comunicación era solo en un sentido... 
Crearon la cápsula y la equiparon con lo que quedo de los detonadores cuánticos, esa sería su nueva prisión y su misión encontrar un planeta apto para repoblarlo con el material genético que iba en la cápsula...

Continuará





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